Aplicar el Big Data en educación ofrece multitud de beneficios. La analítica del aprendizaje mejora el futuro de la educación. ¿Qué puede ofrecer a un centro educativo? A continuación, detallamos algunos de las ventajas que podemos encontrar.
Mejorar los resultados académicos
El objetivo del Big Data en educación es mejorar los resultados académicos de los estudiantes. Actualmente los profesores califican los exámenes, las tareas y la actitud para valorar el trabajo de los estudiantes.
Por consiguiente, no se tienen en cuenta la multitud de datos que genera cada alumno. Implementar Big Data en educación supone analizar en tiempo real el registro de los datos. De esta forma, se puede ofrecer un aprendizaje óptimo para el estudiante. También ayuda a comprender los comportamientos de cada alumno.
Algunos datos que se pueden obtener son:
- Cuánto tiempo tarda un alumno en responder una pregunta.
- Qué fuentes se utilizan.
- Qué preguntas no contestan.
- Si realizan o no investigación.
- El tipo de relación entre las preguntas respondidas.
- Cuál es el mejor consejo para cada estudiante.
Uno de los principales beneficios es que los datos se pueden obtener de manera instantánea y automática. Por consiguiente, el feedback con los alumnos es inmediato.
Por otro lado, cabe destacar que permite la creación de grupos de alumnos complementarios. Gracias a los algoritmos se pueden conocer las fortalezas y debilidades de cada uno. Si los profesores crean grupos más fuertes los resultados del grupo serán mejores.
Aplicar el Big Data en educación mejora la tasa de abandono
Los análisis permitirán tomar medidas para mejorar los resultados de los estudiantes. Por consiguiente, se conseguirá reducir la tasa de abandono en los centros educativos.
Como se ha mencionado, la aplicación del Big Data en educación permite retroalimentar a los estudiantes al instante. Además, los profesores pueden conocer cuáles son sus necesidades específicas por lo que motivan para no abandonar.
Los centros educativos podrán conocer los resultados de los estudiantes gracias a todos los datos recopilados. Es un gran avance porque es posible adaptar los programas que pueden generar malos resultados. Es decir, tendrán la oportunidad de optimizar los programas para mejorar los resultados y evitar hacer un ensayo y error.
Las herramientas de Big Data son una auténtica revolución en el ámbito educativo. Cada vez más centros están implementándolas para ofrecer programas de gran calidad y mejorar los resultados de los estudiantes. Siempre cumpliendo con los estándares establecidos para cada materia en un curso.
Elaborar programas personalizados
Elaborar programas personalizados para cada alumno es posible aplicando el Big Data en educación. Los estudiantes pueden estudiar a su ritmo con el seguimiento del profesor. Además, se puede hacer sin importar el número de estudiantes que tenga el centro.
La personalización en el aprendizaje es un gran reto en el sector educativo. Sin embargo, con los algoritmos se puede seguir y evaluar a cada alumno individualmente.
Los expertos de educación han desarrollado habilidades para seguir a sus alumnos durante todo el proceso de educativo gracias al Big Data. A nivel universitario, permitirá encontrar a los mejores entre tantos estudiantes.
¿Cómo es posible? Se basarán en el comportamiento, las calificaciones, el perfil social, etc. Las universidades que detecten a los mejores estudiantes podrán mejorar su nivel general.
Monitorear a los alumnos en tiempo real
Los profesores podrán monitorear a los alumnos en tiempo real. Esto es muy relevante, sobre todo, cuando estudian por su cuenta puesto que sus dudas son resueltas inmediatamente.
Que los estudiantes puedan comprender los temarios es un beneficio significativo en su aprendizaje. En este sentido, cabe destacar que la experiencia de los estudiantes mejora considerablemente.
Con los algoritmos del Big Data se puede monitorizar a los alumnos durante su proceso de aprendizaje. Por ejemplo, podemos saber cómo leen los textos, qué partes son más complejas o más fáciles, el tiempo que se invierte en la lectura, el número de preguntas que se hacen, el número de veces que entran a un enlace, etc.
Los profesores podrán identificar los puntos que hay que reforzar en los libros o cursos. El objetivo es cubrir todas las necesidades de los alumnos para mejorar sus resultados académicos.
Son muchos los centros educativos que están apostando por la analítica en el aprendizaje. Están implementando softwares de gestión que les permitan automatizar procesos y relacionar los datos de los estudiantes.