¿Cómo se puede conseguir una medicina personalizada y predictiva? Los expertos afirman que en sanidad se generan grandes cantidades de datos que pueden ayudar a salvar vidas.
La medicina personalizada es un gran reto en el ámbito sanitario. Las herramientas de Big Data ofrecen la posibilidad de mejorar la asistencia a los pacientes, optimizar los recursos y hacer eficientes los centros sanitarios.
Por tanto, uno de los objetivos de aplicar las herramientas Big Data a la medicina es conseguir que sea más precisa y personalizada. Como resultado, los pacientes reciben tratamientos individualizados.
En este contexto, la implicación de los médicos y el resto del equipo es fundamental porque son los que conocen las necesidades del sistema sanitario y de los pacientes.
¿Puede suponer una carga extra de trabajo? No, la gestión de datos es igual a ahorro de tiempo.
Actualmente encontramos softwares de gestión que permiten establecer pasos por los que fluye un determinado protocolo y saber el estado actual del mismo. Además, el equipo sanitario puede crear y modificar protocolos sin la ayuda de un informático.
Las tecnologías Big Data en medicina personalizada
El personal sanitario genera un gran volumen de datos clínicos. En la mayoría de los casos no existen suficientes recursos para analizarla y procesarla.
Por consiguiente, los costes sanitarios se incrementan y la atribución de recursos sanitarios es ineficiente. Todo esto complica la actividad de los médicos a la hora de diagnosticar y tratar a los pacientes.
Gracias a las tecnologías Big Data, la sanidad puede asumir grandes retos. La manera de tratar a los pacientes y diagnosticar enfermedades está cambiando. Nos encontramos ante la medicina personalizada, que se basa en tres ideas principales: la predicción, la prevención y la participación.
El personal sanitario podrá compartir individualmente con cada paciente las decisiones diagnósticas y terapéuticas. Con la tecnología Big Data lo podrán hacer de una manera estructurada y moldeable. Por ejemplo, tienen acceso a la información que ha aportado todo el personal sanitario a las historias clínicas.
Por otro lado, existen dispositivos tecnológicos en el mercado que almacenan información masivamente. A través de pulseras, sensores, apps, etc. se pueden recoger multitud de datos de la vida diaria de los pacientes.
Esta información puede ser muy valiosa para un médico. El personal sanitario puede tomar decisiones que mejoren el servicio de salud para los pacientes. Tener la información de historias clínicas, pruebas, wearables, etc. de forma analizada y ordenada permite ofrecer una medicina personalizada.
El futuro de la sanidad pasa por el Big Data
Las aplicaciones que utilizan técnicas de Big Data recurren a una inteligencia que permite crear modelos predictivos. De esta forma, el personal sanitario puede anticiparse y realizar una atención más eficaz.
La adecuada gestión de los datos se convierte en una herramienta esencial en el campo de la salud. Se pueden procesar grandes volúmenes de datos procedentes de hospitales, centros de salud, pacientes, investigaciones, etc. con los que se puede predecir problemas y optimizar recursos. Por tanto, la posibilidad de usar toda la información disponible ayuda a la práctica médica.
Los centros sanitarios que apuestan por las herramientas de Big Data ofrecen una mejor experiencia para el paciente. Además, se han impulsado nuevas vías de comunicación con otros médicos o con pacientes. Por consiguiente, aplicar el Big Data en el sector sanitario se traduce en mejorar la salud y vida de los pacientes.
Como todos sabemos, la información es poder. Por ello, las instituciones públicas y privadas del ámbito sanitario están apostando por nuevos espacios digitales para interpretar esos datos. Se han dado cuenta que el tratamiento inteligente de los datos puede proveer grandes avances.
Los nuevos softwares de gestión facilitan la gestión conjunta y en tiempo real de todas las áreas de trabajo y comunicación en salud. El personal sanitario puede tener acceso a prescripciones, archivos, pruebas, historiales médicos, etc. en diferentes puntos geográficos.
También se pueden predecir datos en caso de epidemias de gripe como casos existentes, tratamientos, etc. o hacer un seguimiento de personas con dependencia o enfermedades crónicas.
Por otro lado, el Big Data es un gran aliado para reducir el gasto sanitario. Gestionar la información correctamente permite controlar los recursos y utilizarlos de forma eficiente.