El modelo educativo 5E ha revolucionado la forma de aprendizaje, sugiriendo que las personas construyen conocimiento y significado a partir de las experiencias. Lo que pretende este modelo educativo es despertar la curiosidad de los estudiantes, motivándolos a investigar y socializar los conocimientos para formalizarlos.
Pero, ¿qué papel juega la tecnología en el modelo educativo 5E?
La aplicación de la tecnología Big Data en este sector permite gestionar el enorme tráfico de datos educativos que se generan a diario. Esta técnica puede ser utilizada para permitir el desarrollo de conocimientos acerca del rendimiento de los estudiantes y los enfoques de aprendizaje. Además, esta tecnología permite que los docentes obtengan mucha información sobre sus alumnos. Esto hace posible la implementación una educación personalizada a las necesidades de aquellos alumnos que lo requieran.
¿Cuáles son las etapas a seguir?
Este modelo se constituye como una historia dividida en diferentes etapa. Cada etapa juega un papel indispensable para conocer el desenlace. De esta forma se consigue motivar a los estudiantes a querer terminar la historia, o lo que es lo mismo, a aprender.
Un método con base constructivista dividido en cinco etapas:
Involucrar, con esto se pretende despertar el interés de los estudiantes acerca del tema en cuestión. Esto se consigue relacionando el tema que se está tratando con las vivencias u experiencias personales de los estudiantes. Por ejemplo, una noticia relacionada con el tema, demostración de un fenómeno físico, etc. En esta etapa el estudiante analiza el tema se forma su propia concepción a partir de sus experiencias.
Exploración, ya no es el profesor quien presenta los nuevos conceptos, ahora son los estudiantes los que deben explorar ideas y adquirir habilidades al buscar información relativa al tema. No deben limitarse únicamente a prestar atención a las explicaciones del profesor. Deben ser capaces de pensar, planear, investigar organizar la información obtenida.
Explicación, ahora los estudiantes argumentan las ideas los procesos apoyados por el profesor, quien les ayuda a sintetizar nuevos conocimientos y hacer preguntas si precisan de más aclaraciones. Un método muy efectivo es pedirles a los alumnos que compartan aquello que aprendieron durante la fase de exploración.
Elaboración, en esta fase se reorganiza el conocimiento adquirido junto con las experiencias recientes, pasando de ideas intuitivas a conceptos formales. Los alumnos deben aplicar lo aprendido en diferentes tipos de situaciones.
Evaluación, por último, los estudiantes deben de ser capaces y demostrar que han alcanzado los objetivos propuestos, por lo que mediante una verificación se examina el grado de aprendizaje que han alcanzado durante el proceso de aprendizaje.
Pasamos a la acción
A la hora de escoger un modelo de instrucción, los educadores buscan estrategias que de alguna forma puedan ayudar a los alumnos a obtener una comprensión completa de la materia. Su objetivo principal no es otro que el de involucrar a los estudiantes, motivarles a aprender cosas nuevas y guiarlos para que consigan desarrollar sus habilidades al máximo. Una de las formas de conseguirlo es utilizando este conjunto de técnicas, mejor conocidas como aprendizaje activo.
Son muchos los avances y mejoras que se han producido en los últimos años fusionando educación y tecnología. Un claro ejemplo lo podemos ver en la actualidad a raíz de la pandemia causada por la Covid-19. Gracias a la tecnología, los colegios y las universidades han podido continuar sus funciones ininterrumpidamente, la gente ha podido continuar trabajando y formándose desde casa, los negocios han sido capaces de gestionar sus procesos a través de la comunicación online, etc.
Pero, a pesar de las enormes posibilidades que ofrece el estudio de los datos en los entornos educativos, su implantación todavía no está generalizada. Aún es necesario que se incorpore una cultura de datos en las instituciones educativas para poder así tomar decisiones basadas en evidencias y no solo en suposiciones.